viernes, 11 de noviembre de 2011

Porque hay vida más allá de las novelas...

A partir de hoy, cada viernes publicaremos un relato Fuera de Serie en RELATOS & co, nuestro blog hermano recién inaugurado.

Esperamos que disfrutéis de esta nueva iniciativa que desde el equipo de Fuera de Serie os brindamos. Y sin pagar un euro más.


Os dejamos con el inicio del primer relato...




LA MARISMA, de Juan González Mesa

La marisma es la zurrapa arrinconada de la bahía; sobrevive porque es quien primero se entera de la niebla, punteada de atracaderos muertos, cubiertos de algas y picoteados por las gaviotas. Todo aquí es el esqueleto de otra cosa, cadáver vivo, y la marea entra con una docilidad que no se puede encontrar ni en el acantilado ni en la playa. Nunca se verá una ola rompiendo en la marisma.

Ni siquiera en verano consigue secar sus brazos y barrigas retorcidas. Ni siquiera en invierno guarda la apariencia de algo frío.

Y sus visitantes habituales acababan viviendo en consonancia con esta apariencia. El Chato lleva botas de agua en cada momento, por encima de los pantalones de camuflaje que han perdido todo dibujo. El jersey azul desprende cierto olor a manteca y a fruta, un olor desagradable que sólo puede tolerar quien te ama. El Chato duerme demasiados días con la ropa puesta y las botas junto al hornillo y el cartón de tinto junto a la mano; y no le ama nadie. Cuando vende erizos o coquinas en la puerta del Botavento mira muy por debajo de las cejas, más consciente de su peste a mar y a sudor de lo que podría intuirse, avergonzado y tenso hasta que la cerveza le relaja y humaniza. Los días que tiene suerte devuelve algún dinero, alguna cerveza o algún cigarrillo. Se queda por la tarde viendo el fútbol en algún bar, oyendo lo que hablan los demás y alargando el vino. Luego vuelve a casa.

Y luego a la marisma.

En la casa sigue teniendo luz gracias a que Ramona, la vecina, la madre postiza, le birló el recibo del buzón y fue a pagárselo al banco. Lo que no tiene es butano y muchas veces le cuesta ponerse bajo el agua fría para ducharse, después de tanta humedad de la calle y de la marisma. En resumen, apesta más de lo que debiera y menos de lo que le importa.
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2 comentarios:

  1. Muy chulo, la verdad es que es sumamente original. Aunque, si soy sincero,no he entedido muy bien la última escena en la tienda de bicis. Pero en general, perfecto, incluyendo que es muy, muy visual.

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  2. Me parece una idea estupenda esta que lleváis a cabo. Conozco un lugar donde podéis dar a conocer este blog (y el otro también, si queréis). Es este:
    http://elsemillerodeblogs.blogspot.com/
    Espero qe os sea de ayuda.
    Saludos.

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